Entre 1910 y 1918 el ingeniero austríaco Kaplan desarrolla una turbina hélice con los álabes de rodete orientables, y que lleva su nombre. Al poder variar la posición de los álabes, puede buscarse que su inclinación coincida en cualquier punto de funcionamiento con la dirección del flujo a la entrada del rodete, por lo que se adapta bien a cualquier carga.
martes, 19 de agosto de 2008
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